Los locales de ocio que no cobran entradas, suelen proponer un sistema de consumiciones obligatorias basado en una fichas rojas y verdes.

El principio consiste en entregar a cada cliente una ficha roja al momento que entre en el local y cuando consume su primera consumicion, se le intercambia la ficha roja por una verde que entregaré a su salida.

Este sistema es muy simple pero su eficacia es relativa ya que muchas veces, se puede intercambiar las fichas en las barras sin ningún tipo de control, ya que no hay sistema para vigilar y controlar el intercambio.

Cada noche, se pierde una gran parte de la facturación : el nivel de facturación frente a la afluencia es inferior a lo que se deberia conseguir.